La transición fue un proceso fundamental para Extremadura, para su constitución como entidad política y para la construcción de su identidad regional; un proceso que sacudió algunas de sus estructuras sociales, políticas y culturales, y que otras, sin embargo, dejó intactas. Extremadura llegó renqueando a ese proceso de cambio, lastrada por su historia de represión, emigración y marginalidad en los trazados desarrollistas de la dictadura. Las perspectivas de igualdad y democracia fueron al poco tiempo un revulsivo en la región. La transición en Extremadura no fue un mero acompasamiento a los sucedido en el conjunto de l país, sino un despliegue de experiencias y vivencias particulares, cuya naturaleza no se puede reducir a la simple réplica de fenómenos centrales. Algunas de esas experiencias se institucionalizaron. Otras se sofocaron o extinguieron, dejando un legado a rescatar. Los distintos capítulos que conforman esta obra colectiva dan cuenta de esa variedad y riqueza. La historia de la transición en Extremadura es una historia viva, entre otras cosas por que vivas están muchas de las mujeres y hombres que la protagonizaron. Esa viveza late en este libro.