Este libro tiene como leitmotiv cronológico y sentimental la década de los sesenta y los inicios de la música “pop” en España y de cómo, a partir de ella, del jazz y de otros ingredientes, aquella generación asumió la música de cine como objeto de coleccionismo, de afición o de investigación.

Entre el recuerdo autobiográfico, el ensayo crítico y la crónica histórica y dentro del contexto evolutivo de los géneros cinematográficos y musicales, se comentan los grandes cambios producidos a partir de los sesenta a manos de los grandes renovadores del “soundtrack” y las películas que marcaron estilo.

Mirando con humor y distancia crítica el pasado y con esperanza hacia el futuro, el libro pretende ofrecer una lectura divertida y amena, aunque no desprovista de información y vocación didáctica, de los momentos, los hechos y las personas que empezaron a pensar que la música de cine es, por antonomasia, la música del siglo XX.