Este Pleito de las aguas y yerbas de La Serena de 1634 compila el proceso judicial mantenido en el siglo XVI entre la Mesta y la Orden de Alcántara con las villas de La Serena. En vida del Maestre don Juan de Zúñiga las villas y lugares de La Serena alegaron que desde tiempos inmemorial sus vecinos entraban a pastar con sus ganados en los baldíos y dehesa de La Serena desde mediados de marzo hasta el día de San Lucas (18 de octubre), pero se les estaba retrasando la entrada al 25 de marzo y adelantando la salida al 10 de octubre. Las sentencias de Zalamea (1503) y Ciudad Real (1504) determinaron que los arrendatarios de la Mesta podían ocupar las dehesas a partir del día de San Miguel (29 de septiembre). En revisión de sentencia hecha en Granada en 1510 se estipuló que ambas partes podían compartir el tiempo de San Miguel a San Lucas. El pleito continuó en suplicación hasta 1532 y no fue dado por concluso hasta la sentencia de Madrid de 1569. Con la provisión real de 1570 se garantizó el derecho de yantar y de aguas a las villas de La Serena pudiendo disfrutar éstas de 102 millares de pasto y agua para sus ganados en agostadero, y hasta el 18 de octubre pagando un canon a la Mesa Maestral, reservándose el invernadero para los ganados trashumantes de la Mesta.